SON OF THE RISING SUN
- Bouroncle y Sandoval
- 16 nov 2019
- 7 Min. de lectura
¿Qué significa la coronación del nuevo Emperador Naruhito para las relaciones exteriores del Japón? Un análisis desde las perspectivas de Kissinger, Nye y Holsti.
"Todo lo bueno tiene su fin", es algo que diría el Emperador Akihito tras abdicar al trono de Crisantemo este 30 de abril pasado, siendo el primer Emperador japonés en hacerlo en más de 200 años. A lo largo de nuestras últimas publicaciones, compartimos una serie de conceptos clave para entender el rol de Japón en la arena de poder y política global, y aquellos aspectos internos de su cultura milenaria y gobierno que construyeron su rol preponderante a nivel regional, e inclusive, mundial. En esta ocasión final, realizaremos un resumen de éstos, en torno al análisis de un evento contemporáneo de relevancia para el país Nipón: la coronación del nuevo Emperador Naruhito y, en consecuencia, el inicio de la Era Reiwa. Empezaremos relacionando dicho evento con el rol de Japón de acuerdo al Orden Mundial de Kissinger, pasando por las tres caras del poder relacional de Joseph Nye, y terminando en las teorías de toma de decisión de Holsti. Esperemos que, con ello, el lector prepare su propia base teórica para el análisis objetivo de acontecimientos del poder político global de otros Estados, empezando por Japón. Banzai!
THE JAPANESE COSMOLOGY OF WORLD ORDER IN 2019 (KISSINGER)
Con Kissinger y su teoría del orden mundial, aprendimos que el mundo liberal unipolar liderado por Estados Unidos que reemplazó a la Guerra Fría ha fallado. Por el contrario, el -no nuevo- orden mundial actual nos obliga a aceptar un nuevo mundo multipolar, donde el poder y el liderazgo se dispersan entre un grupo de poderes junto con otros actores no estatales. En dicho sistema, las potencias regionales comienzan a desempeñar roles de liderazgo importantes, y Japón puede ser uno de los últimos defensores del liberalismo, y el candidato más viable, para la región asiática, a través del comercio.
Esto pues, durante muchos siglos, a diferencia de la mayoría de las sociedades en la esfera cultural china, Japón transformó las formas prestadas en patrones japoneses y nunca combinó con ellas ninguna obligación jerárquica con China. Así, Japón logró comprender y respetar el concepto confuciano del orden internacional como una realidad regional y sin sumisión formal, insistiendo periódicamente en la igualdad y, en algunos puntos, en la superioridad, siempre guiados por el Emperador japonés, "El Hijo del Cielo": un desafío directo a la cosmología china.
¿Será que la fuerza imparable de las potencias se ha topado con la fuerza inamovible de la tierra del sol naciente?
Hoy por hoy, el inicio de la era Reiwa y las estrictas ceremonias ancestrales que acompañaron la accesión al trono de Naruhito, nos presentan un escenario complejo sumido en tradiciones milenarias que luchan por adaptarse a la modernidad, y una demostración de poder inusual por parte del Jefe de Estado, eclipsando acciones de gobierno de Abe que conciernen su política exterior. No obstante, muestra un recordatorio de la histórica posición del aislado país, cuya realeza y diplomacia logró reunir a dignatarios de más de 200 Estados y organizaciones internacionales en el Palacio Imperial (nótese la importancia de este segundo sujeto de derecho internacional público, tal y como predice Kissinger para estos tiempos).
De esta manera, conforme se afianza por un lado el soft power y por el otro las alianzas estratégicas comerciales y políticas, incluyendo cuestiones de seguridad nacional tras los conflictos en Corea, Japón se replantea su posición en el nuevo orden mundial, y audazmente decide nombrar a la nueva era Reiwa (traducción: hermosa armonía), el reto que, según su Ministerio de Asuntos Exteriores (MOFA), debe afrontar esta nueva era imperial para alcanzar paz en el orden mundial. Y mientras se hace evidente que el poder de las grandes potencias carece de un elemento -la voluntad para ejercerlo- los constantes desafíos al balance mundial nos hacen cuestionar quiénes realmente son los actores decisivos en el balance de poder y cuál es su fuente de poder. ¿Será que la fuerza imparable de las potencias se ha topado con la fuerza inamovible de la tierra del sol naciente?
THE SUSHI DIPLOMACY (NYE)
En cuanto al poder relacional, Joseph Nye (2011) nos presenta una nueva visión del poder, una visión tridimensional con tres facetas o “caras”, que va más acorde con las capacidades e influencia de los países, siendo éstas comandar la dirección de cambio (capacidad de hacer que otros actúen de una manera contraria a sus preferencias iniciales), controlar la agenda (moldear las preferencias del otro al afectar su percepción de lo que es legítimo o posible) y establecer preferencias (hacer que otros quieran los mismos resultados que tú quieres, sin que lo perciban).

En el caso de Japón, contrario al poder militar, podemos resaltar el aspecto económico como el principal pilar de su poder e influencia actual y podemos llegar a la conclusión de que, poco a poco, se ha ido trasladando desde la primera cara del poder hasta segunda y la tercera. Para lograr llegar a la segunda cara del poder relacional, su estatus como prestamista en el orden mundial ha brindado otra perspectiva a la estrategia de Japón para lograr influencia en otros países. Así, manteniéndose siempre en las sombras, se ha logrado posicionar como un país que no solo influyente, sino también que controla la agenda global, limitando las opciones de aquellos que están bajo su esfera económica.
Por otro lado, Japón se ha posicionado en la tercera cara presentada por Nye gracias a lo que se denominaría como Diplomacia del Sushi, un concepto acuñado por los medios, en el que se subraya la inmensa capacidad japonesa para insertarse en el imaginario colectivo, posicionándose entre los principales países con mayor soft power. Es aquí donde juega su papel la reciente coronación, pues parte del magnético atractivo del país como estrategia política se debe a su cultura imperial y milenaria de armonía y honor. Sin dudarlo, las restantes familias reales son una importante fuente de marketing nacional, que proporciona mayores ganancias que pérdidas, en contrario al pensamiento común de las masas. Estas variables, nos llevan a pensar cómo es que Japón se calificaría en términos de poder, si finalmente este es tan variado y dado que Japón parece moldearse tan fácilmente a sus diferentes caras, y cómo la reciente coronación se presenta como una oportunidad para continuar estableciendo preferencias en la arena global.
SEI, KAN, SAI: THE RULING TRIAD OF JAPANESE BUREAUCRACY (HOLSTI)
Habiendo entendido su posición y poder, se debe analizar el proceso de toma de decisiones de Japón. Según el modelo de Holsti, se determinó que este país utilizaba el modelo burocrático para la toma de decisiones tanto internas como externas. La triada gobernante japonesa: políticos conservadores, burócratas de élite y empresarios (zen, kai, zai) ha permitido que Japón alcance una toma de decisiones estructurada, eficiente y que ha llevado al país a la modernidad y prestigio con el que cuenta hoy. Sin duda, una burocracia eficiente nos hace cuestionarnos el común concepto negativo que acompaña al término. ¿Y qué mejor ejemplo de la burocracia, que la realeza?

Dentro del modelo Hoslti, la burocracia japonesa nace de la necesidad de una planificación e implementación de cambios eficiente, para poder reconstruir el país. En la actualidad, el brazo burocrático japonés se ve a sí mismo como el mejor capacitado para gobernar y la evidencia frente al modelo burocrático demuestra que, históricamente, ser un burócrata japonés proviene de una tradición de honor y cultura. Los burócratas japoneses mantienen un régimen arduo de trabajo, llegando a trabajar periodos de semanas casi sin descanso.
Es así como la burocracia japonesa, se establece como el principal y más exitoso modelo de toma de decisiones para Japón. Si bien existen luchas de poder entre las diferentes facciones del gobierno, esto es fuente de poder según el modelo de Holsti. Y finalmente, nadie niega que el sistema japonés ha sido de sumo éxito para renacer entre las cenizas.
Si bien la toma de decisiones japonesa se articula en la dieta y en los tribunales nacionales, la misma burocracia se apoya también en la imagen y la idea del emperador japonés, pero siempre imponiendo un marco de normas sobre lo que este puede o no hacer. Este suceso histórico de abdicación y coronación de un nuevo Emperador mientras el anterior sigue con vida es importante para entender la dedicación y las ideas de poder que conlleva el gobierno japonés. El nuevo emperador Naruhito ha sido criado y formado con la idea de servir a su país, buscando la armonía, pero siempre manteniendo su poder dentro de los limites de la burocracia, la cual tiene a su cargo el poder y la implementación de cambio en Japón.
"Today, I am concluding my duties as the emperor".
CONCLUSIONES
En conclusión, la abdicación del ex-emperador Akihito y el inicio de la nueva era Reiwa nos permite analizar los modelos de interpretación del poder. Esta ha significado desde un punto de vista del orden mundial, un replanteamiento de la posición japonesa y una estrategia que pone al filo de la navaja la postura de las potencias actuales, ya que hace falta la voluntad de ejercer su poder, dejando un paso libre para que otros países (des)ordenen el mundo.
Por otro lado, la posición de Japón como garante regional del libre comercio y un importante aliado occidental en Asia es indiscutible desde el punto de vista del orden mundial. Además, su papel estabilizador en la agenda global como prestamista, demuestra cómo este país se moldea ante las diferentes caras del poder relacional, incluido también un elemento de establecimiento de preferencias a través de su cultura. Mientras tanto, el factor que une a ambas partes, la burocracia japonesa, es más imponente que nunca, con una aprobación casi unánime gracias a sus buenas prácticas y excelentes resultados. Y ahora más que nunca con una nueva imagen y una nueva era, como diría Shinzo Abe, imagen del otro lado de la burocracia japonesa:
"Long live the emperor!"
BIBLIOGRAFÍA:
BBC News (2019), Naruhito: Japan's emperor proclaims enthronement in ancient ceremony.
Bouroncle y Sandoval (2019), The Japanese cosmology of world order in 2019.
Bouroncle y Sandoval (2019), The Sushi Diplomacy.
Bouroncle y Sandoval (2019), SEI, KAN, ZAI: The ruling triad of Japanese bureaucracy.
Hallemann (2019), Emperor Naruhito's Enthronement Ceremony Puts a Spotlight on the Next Generation of Royals.
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